Dos mundos contrastantes
Me gustaría ser feliz, pero la pregunta es ¿soy libre de ser feliz?
Siempre que pienso que un amigo mío es muy feliz porque tiene suerte, porque la vida le ha dado todo y ninguna dificultad que haya encontrado; cada vez que pienso que los demás pueden hacer lo que quieran y yo soy el perdedor de turno, que tengo que luchar; cada vez pienso que soy inferior, con menos suerte, con más retos que afrontar y dificultades que vivir. Siempre que pienso que esto es mala suerte, cada vez que lo pienso negativamente es porque estoy huyendo de los desafíos de la vida, es porque estoy huyendo de la suerte que tengo para poder elegir. Siempre que pienso que la poesía es la vida de los demás es porque es más fácil no intentar quejarse que intentar aceptar una posible derrota, intentar es a menudo dar un salto al vacío, algo que asusta a todos.
Siempre que pienso "mal", me equivoco.
Cada vez que entreno la responsabilidad de mi vida a los demás es porque no quiero asumir la responsabilidad de lo que me pertenece.
Creamos felicidad todos los días de nuestras vidas, eligiendo lo que nuestro corazón quiere para nosotros y eso es básicamente lo que deseamos profundamente.
¡Enfrentamos nuestras responsabilidades y enfrentamos nuestros desafíos personales! Nos enfrentamos a lo que la vida nos ofrece para ser mejores personas y acercarnos a lo que se hace por nosotros, a lo que solo pensar en ello nos hace sentir en paz y armonía!
Nadie tiene más suerte que aquellos que tienen el coraje de tomar sus vidas en sus propias manos y cambiar su destino.
Fácil es: decir – no puedo-
Es difícil destruir los límites dentro de los cuales a menudo nos obligamos a permanecer, a veces por ignorancia, a veces para permanecer en la certeza de la zona de confort.
Es difícil: parar un momento y observarse, observar porque no tenemos tiempo para hacer nada; ¿Quién es nuestro jefe? ¿Quién nos dejó dejar que nos mandáramos y decidiéramos sobre nuestras vidas? ¿Somos realmente libres? ¿Somos capaces de fantasear con la cabeza y así crear poesía en nuestras vidas?
Son reflexiones bastante molestas, pero mientras pensemos que nosotros, ¡no! No podemos vivir una vida de poesía… es solo porque tenemos miedo de lo diferente, miedo a ser diferentes y sobre todo nos lo dijeron, pero lo creímos sin demasiada indecisión, nos dijeron que la vida es así. Nuestros padres y abuelos nos dijeron esto, fueron quienes vivieron una vida difícil, pero nosotros, en lugar de pensar que la impronta es la de todos, debemos entender la gran oportunidad que nos dieron nuestros antepasados, que muchas veces no eran libres, para poder crear una vida de poesía, somos libres, gracias a ellos.
Tenemos la oportunidad de investigar y entender algo más, de aprovechar las oportunidades que enfrentamos.
Somos libres, lo único que nos limita es el MIEDO. ¡Piénsalo!